El texto final acordado en la COP28 celebrada en Dubái el pasado diciembre refuerza el papel de la naturaleza en la lucha contra el cambio climático al reconocer «la importancia de conservar, proteger y restaurar la naturaleza y los ecosistemas para alcanzar el objetivo de temperatura del Acuerdo de París», mediante la protección de «los ecosistemas terrestres y marinos que actúan como sumideros y depósitos de gases de efecto invernadero y la conservación de la biodiversidad». Además, incluye la necesidad de detener y revertir la deforestación para 2030 y una clara referencia al Marco Mundial de Biodiversidad.
Asimismo, un total de 18 países, entre ellos España, firmaron la «Declaración conjunta sobre el Clima, la Naturaleza y las Personas» mostrando un compromiso para mejorar la colaboración, tanto nacional como internacional, a través de un conjunto de objetivos compartidos. Con la firma de esta declaración, también hacen un llamamiento a empresas e instituciones financieras para que desarrollen estrategias que contribuyan simultáneamente a una economía con cero emisiones y positiva para la naturaleza.
NATURALEZA Y CAMBIO CLIMÁTICO EN EL PABELLÓN DE ESPAÑA
El nexo naturaleza y cambio climático también fue tratado en profundidad en el Pabellón de España por multitud de agentes clave, nacionales e internacionales, cuyos representantes plantearon soluciones, retos y experiencias prácticas en ámbitos como la lucha contra la deforestación, la financiación, la contabilidad del capital natural, las soluciones basadas en la naturaleza (SBN) o la agricultura regenerativa, entre otros.
La gestión responsable de las cadenas de suministro fue destacada por su papel crucial para la lucha contra la deforestación y la degradación forestal. El evento «Cadenas de suministro responsables: Una herramienta clave para frenar la deforestación» destacó la importancia de un marco normativo sólido para animar a las empresas a adoptar prácticas sostenibles como el Reglamento europeo de productos libres de deforestación (EUDR).
Los servicios ecosistémicos y las soluciones basadas en la naturaleza también fueron reconocidos en el Pabellón de España por su poder para mitigar un planeta que se calienta y proteger a las comunidades vulnerables de los impactos de un clima cambiante. En la sesión «Soluciones basadas en la naturaleza en la costa: oportunidad para la adaptación», representantes de Andalucía, Cataluña y País Vasco promovieron la colaboración y el aprendizaje a través del intercambio de buenas prácticas, identificando barreras y sinergias para la adaptación costera, principalmente marismas costeras o humedales y playas. Las SBN también fueron tratadas en el marco de la adaptación de las ciudades en la sesión «Desarrollo de ciudades resilientes y habitables».
Por su parte, la sesión «Financiación de soluciones climáticas basadas en la naturaleza» subrayó la necesidad crítica de destinar fondos para apoyar la reforestación, la restauración de ecosistemas y la gestión sostenible de la tierra. Además, también se reflexionó sobre cómo bancos, aseguradoras e inversores pueden aumentar su ambición para financiar la adaptación al cambio climático en la sesión «Fomento de la adaptación al cambio climático: explorando opciones de financiación innovadoras». El colectivo asegurador abordó más en detalle los retos para su sector en la sesión «El papel de las aseguradoras en la adaptación al cambio climático: estrategias para proteger a las personas y la naturaleza».
El uso responsable del agua también se mostró como clave para la adaptación al cambio climático. En la sesión «Gestión del agua y cambio climático» se profundizó sobre escenarios, nuevas tecnologías y la importancia de abordar de forma integrada los retos hídricos relacionados con el clima, abordándose de forma específica para el sector de la agricultora en la sesión «Gestión sostenible del agua en la agricultura».
Además del agua, la agricultura fue abordada en la sesión «Retos en la aplicación de prácticas de agricultura regenerativa», poniendo de relieve un modelo que pretende revolucionar la forma en que producimos los alimentos, que da prioridad a la salud del suelo, la biodiversidad y la retención de carbono. A través de debates en profundidad, se ofreció una visión global de los retos a los que se enfrenta el despliegue de la agricultura regenerativa, incluido el acceso a los recursos, la demanda del mercado y la educación.
Por último, la COP28 ofreció también una plataforma para explorar los vínculos entre la contabilidad del capital natural y el cambio climático en el evento «Integración de la contabilidad del capital natural y el cambio climático» celebrado en el Pabellón de España.
