En la última década, casi 500 empresas han establecido compromisos para eliminar la deforestación de sus cadenas de suministro agrícolas como parte de sus objetivos climáticos más amplios para reducir riesgos y mejorar su reputación entre los consumidores e inversores. Estos compromisos empresariales provienen de actores en toda la cadena de suministro, desde comerciantes de productos básicos hasta fabricantes de bienes de consumo. Sin embargo, aunque la demanda corporativa de productos libres de deforestación está creciendo y los inversores están pidiendo cada vez más una acción acelerada para detener la deforestación, las tasas de expansión agrícola siguen aumentando. Desde 2014, cuando líderes de todo el mundo se unieron a la Declaración de Nueva York sobre Bosques, la pérdida de bosques primarios tropicales ha aumentado en un 44 %. Mientras la deforestación continúe infiltrándose en los mercados de productos básicos, las empresas enfrentarán una amplia gama de riesgos asociados con la deforestación y su papel como impulsor del cambio climático. Las barreras para cambiar las cadenas de suministro agrícolas a una producción libre de deforestación son complejas. Con frecuencia, la necesidad financiera obliga a los productores a expandirse hacia los bosques. Medios alternativos para aumentar los ingresos, como mejorar el rendimiento, restaurar tierras degradadas e incorporar nuevas prácticas agrícolas, requieren una inversión inicial que algunos productores de materias primas simplemente no pueden financiar. Históricamente, las empresas que obtienen productos básicos han limitado su papel en el financiamiento de productores a ofrecer financiamiento básico para insumos, pagos y primas de precios. Mientras tanto, los inversores han identificado pocas oportunidades para escalar prácticas sostenibles debido a los riesgos percibidos en el ciclo de financiamiento inicial. La regulación gubernamental y la financiación concesionaria han sido inconsistentes para motivar la protección y el mantenimiento de los ecosistemas naturales. Está claro que la inacción alimenta el problema de la deforestación, mientras que los esfuerzos simbólicos de sostenibilidad generan preocupaciones de los consumidores sobre el “greenwashing”. Para romper este estancamiento, algunas empresas, gobiernos e inversores han probado el uso de asociaciones y mecanismos financieros innovadores para incentivar la producción de productos básicos libres de deforestación. Este Manual para Inversores se basa en la investigación de Ceres que exploró las fortalezas y debilidades de una amplia gama de mecanismos de incentivos en el contexto de las cadenas de suministro de cacao en Brasil y África Occidental, cadenas de suministro de aceite de palma en Indonesia y cadenas de suministro de soja y carne de res en Brasil. Dado que la divulgación corporativa sobre el alcance y la efectividad de los programas de incentivos es limitada, el Manual para Inversores presenta preguntas para hacer a las empresas durante los diálogos para evaluar el valor de los mecanismos de incentivos en relación con los objetivos generales de no deforestación de la empresa. Frente a la creciente presión para demostrar un progreso concreto, el compromiso con los proveedores debe catalizar impactos positivos para evitar el riesgo de reputación.
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