
La Unión Europea (UE) se ha comprometido a promover y aplicar políticas ambiciosas en materia de medio ambiente y clima en todo el mundo, con el objetivo de detener la deforestación y la degradación de los bosques, para cumplir con lo establecido en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, el Pacto Verde Europeo y los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con la vida de ecosistemas terrestres (ODS 15), la acción por el clima (ODS 13), la producción y consumo responsables (ODS 12), hambre cero (ODS 2) y salud y bienestar (ODS 3).
La deforestación y la degradación de los bosques se están produciendo a un ritmo alarmante. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estima que entre 1990 y 2020 se perdieron 420 millones de hectáreas de bosque a nivel mundial. Este hecho provoca un mayor calentamiento global y de pérdida de biodiversidad, que son los dos retos medioambientales más importantes en la actualidad. Según estos mismos cálculos, cada año se pierden 10 millones de hectáreas de bosque en todo el planeta.
El Consejo de Medio Ambiente de la Unión Europea ha dado luz verde a la «orientación general» sobre el texto del Reglamento Europeo de Deforestación importada, lo que supone un importante avance en la búsqueda de una nueva regulación en materia de la protección de los bosques y la biodiversidad.
Otro importante anuncio es la creación del Observatorio de la Unión Europea para la deforestación, la degradación de los bosques, los cambios en la cubierta forestal mundial y los factores indirectos asociados. Este organismo hará un seguimiento detallado de estos aspectos, y velará por la aplicación del presente reglamento, basándose en pruebas científicas relacionadas con la deforestación y la degradación de los bosques a escala mundial. Asimismo, cooperará con organizaciones internacionales, institutos de investigación y los países.
Según los datos recogidos en la última revisión científica que estiman el impacto que el consumo de la UE produce en la deforestación global, seis productos representan la mayor parte de la deforestación impulsada por la UE: aceite de palma (33,95 %), soja (32,83 %), madera (8,62 %), cacao (7,54 %), café (7,01 %) y carne de vacuno (5,01 %).
La propuesta intenta frenar el efecto que produce sobre la deforestación mundial el consumo de estos productos en la Unión. Para ello, solo podrán introducirse o comercializarse en el mercado de la Unión, o exportarse desde él, las materias primas y los productos derivados incluidos en el reglamento si cumplen todas las condiciones siguientes: son libres de deforestación; han sido producidos de conformidad con la legislación pertinente del país de producción, y están amparados por una declaración de diligencia debida.
La Comisión seguirá trabajando y cooperando con los países, las organizaciones y organismos internacionales en lo que respecta a la protección de los bosques, a una producción sin deforestación y promoviendo la gestión sostenible de los bosques.
La propuesta legislativa seguirá su negociación dentro de las instituciones europeas. El Parlamento Europeo votará las enmiendas en la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria el 12 de julio y en el Plenario el 12 de septiembre del presente año, momento en el cual podrían iniciarse los «trílogos» para intentar aprobar un texto definitivo a finales del 2022.
No podemos olvidar que la deforestación (como una de las principales transformaciones del uso del suelo) es, junto con la contaminación, el cambio climático, las especies invasoras y la sobreexplotación de recursos, uno de los principales causantes de la pérdida de biodiversidad a escala global y que cualquier acción encaminada a revertir estas amenazas supone un avance positivo hacia los ambiciones globales para la naturaleza.