
La naturaleza es la base de la economía mundial, ya que todas las empresas dependen de ella en mayor o menor medida. Las sociedades no pueden perdurar, y mucho menos prosperar, sin los servicios vitales que proporciona el mundo natural: aire limpio, agua, alimentos y un sistema planetario estable. Y, sin embargo, el agotamiento continuo y acelerado de la naturaleza es uno de los mayores riesgos a los que se enfrenta la humanidad hoy en día. La humanidad está utilizando el doble de recursos de los que la Tierra puede regenerar cada año. Este uso insostenible, unido a los cambios en el uso de la tierra y el mar, la contaminación y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), está provocando niveles sin precedentes de pérdida de biodiversidad