Nuestros océanos garantizan nuestra alimentación, la regulación del clima y nuestro bienestar, pero están amenazados en gran medida por las olas de calor, la sobrepesca y la destrucción de ecosistemas causada por las actividades humanas en constante expansión. La Unión Europea (UE) y sus estados miembros han designado áreas marinas protegidas (AMP) como zonas donde la protección de la biodiversidad marina es una prioridad. Los autores de esta publicación han identificado que, en 2022, el 86 % del 11,4 % de las aguas de la UE cubiertas por AMP mostraron una protección ligera, mínima o nula contra las actividades humanas más dañinas, como el dragado, la minería o los artes de pesca más destructivos.

Para que las AMP de la UE protejan la biodiversidad marina, es urgente ampliar su conjunto de herramientas para reducir las presiones sobre los ecosistemas marinos regulando las actividades de manera más amplia, aumentando así su nivel de protección. Los resultados de esta investigación plantean la cuestión de cómo se han utilizado las AMP y qué procesos de toma de decisiones permitirían definir reglas comunes que garanticen el futuro de nuestros medios de vida y nuestros ecosistemas dentro y fuera de los límites de las AMP.