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El Marco Global de la Biodiversidad post-2020 y el sector empresarial. Implicaciones y llamada a la acción

Jueves 03 de Noviembre de 2022

Nos encontramos en un momento clave al quedar poco más de un mes para la adopción del acuerdo global más relevante para la diversidad del planeta que será de aplicación durante la próxima década y que se adoptará durante la COP 15 del Convenio de Diversidad Biológica (CP 15 CDB) de Naciones Unidas: el Marco Global de la Biodiversidad post-2020 (MGB post-2020).

El papel que desempeñarán las empresas y entidades financieras será determinante para garantizar el cumplimiento de los objetivos y metas recogidos en la propuesta de acuerdo universal. Precisamente para acercar a la comunidad empresarial y financiera española las implicaciones que el MGB post-2020 tendrá para ellas, la IEEB organizó el 27 de octubre un webinario en el marco de su nueva Comunidad de Práctica para ofrecer información actualizada sobre el estado de las negociaciones del texto del marco que se aprobará durante la COP 15 CDB del próximo diciembre en Montreal (Canadá) y las «herramientas e iniciativas de transformación que apoyarán el cambio en el sector empresarial y financiero promoviendo la integración de las cuestiones relativas a la biodiversidad en sus procesos de toma de decisiones y mecanismos financieros», subrayó Victoria Pérez, coordinadora del Área de Economía y Empleo Verde de la Fundación Biodiversidad.

La adopción del MGB post-2020 se traducirá en acciones, políticas y regulaciones, tanto a nivel regional como nacional, que tendrán consecuencias directas en las operaciones de las empresas y en sus modelos de negocio. «En el proceso de implementación, surgirán nuevas oportunidades de negocio y de acción para el sector privado en el ámbito de la identificación de las dependencias e impactos, el trabajo con las cadenas de suministro o la evolución de los instrumentos financieros para invertir en verde», destacó la coordinadora.

El papel de las empresas en el MGB post-2020

«Todos los países entienden que la biodiversidad es un activo para el desarrollo (…). Las instituciones financieras, los gobiernos y el sector privado reconocen que es fundamental contar con un instrumento estratégico como el MGB post-2020 que busca revertir la tendencia de destrucción de la naturaleza y de capital natural. Actualmente, gastamos entre 20 y 30 veces más de recursos naturales de lo que se destina a protegerlos, con las graves consecuencias que esto representa. Por esta razón, hay que cambiar la manera en que las empresas invierten, para que los flujos financieros se dirijan a proteger el capital natural y no a destruirlo», explicó Oliver Hillel, jefe de la Unidad de Biodiversidad, Economía, Transformación e Innovación de la Secretaría del Convenio de la Diversidad Biológica de Naciones Unidas.

Según aclaró el responsable del CDB, entre las 22 metas medibles y concretas recogidas en el MGB post-2020 que afectan a los países, las empresas e instituciones financieras, se recogen objetivos que afectan directamente al sector privado, «como la Meta 14, que aborda cómo valorar los impactos e independencias de la naturaleza, la Meta 15 sobre cómo producir de forma más limpia y sostenible (Meta 15), y la Meta 18, que aborda cómo eliminar incentivos perjudiciales para la biodiversidad, las conexiones público-privadas y la financiación de la economía verde-azul y la economía circular».

Hillel hizo especial énfasis en que el gran reto que enfrentamos y para cuyo éxito será esencial la participación del sector privado y su liderazgo es que los gobiernos favorezcan «que las empresas que ya están proponiendo una manera verde-azul-circular de hacer negocios tengan más éxito que aquellas que no apuestan por ello».

Para terminar, resaltó algunos de los eventos paralelos destacados en el programa de la próxima COP 15 CDB que arrancará el próximo 7 de diciembre, como el día dedicado a las finanzas, el Business Forum y el Science Forum. En este último, el Panel Intergubernamental para la Biodiversidad y los Servicios Ecosistémicos (IPBES) mostrará cómo trabajará en los próximos dos años en una evaluación metodológica sobre el impacto y las dependencias que los distintos sectores económicos tienen de la biodiversidad y las contribuciones de la naturaleza a las personas, conocida como la «evaluación empresas y biodiversidad» (“business and biodiversity assesment”).

La movilización empresarial ante el MGB post-2020

Ante el momento emblemático en el que nos encontramos de cara a la COP 15 CDB, en el que «los líderes mundiales tienen la responsabilidad de firmar un acuerdo que brinde a nuestra sociedad y economía la oportunidad de poder ser más resilientes y prósperas, pero dentro de los límites planetarios, las empresas juegan un papel fundamental para lograr esto», incidió Constanza Torres, Advocacy Associate de Business for Nature.

Desde Business for Nature (BfN), coalición global de organizaciones empresariales y de conservación que comparten la visión de vivir en armonía con la naturaleza en el 2050, trabajan por unificar y demostrar que existe una voz líder empresarial que pide a los gobiernos la adopción de políticas para revertir la pérdida de la naturaleza en esta década. En concreto, esta visión se aborda desde dos enfoques: uno centrado en la movilización de la acción empresarial, y otro dirigido a abordar la ambición política para lograr un futuro más positivo con la naturaleza desde los gobiernos.

Algunas de las acciones recientes impulsadas desde BfN en apoyo a esta visión son la publicación de acciones empresariales de alto nivel para la naturaleza, y la campaña “Make it Mandatory” (“Hágalo obligatorio”). La primera, recoge información relevante sobre cómo las empresas puedan evaluar sus impactos en la naturaleza y realizar compromisos con credibilidad en plataformas existentes basadas en la ciencia, de manera que dichos compromisos se puedan implementar en sus modelos de negocio y sus operaciones. Por otra parte, mediante la campaña “Make it Mandatory” se promueve que la Meta 15 del nuevo Marco Global de la Biodiversidad post-2020 incluya requisitos obligatorios para que las grandes empresas e instituciones financieras evalúen y reporten sus impactos y dependencias de la biodiversidad, y que incentiven al sector empresarial a incentiven a las empresas a reducir sus impactos negativos a la mitad y a aumentar los impactos positivos.

Para reforzar la idoneidad de esta propuesta, la representante de Business for Nature aclaró por qué tiene sentido para las empresas los requisitos vinculantes y cómo el sector privado puede valerse para implementarlos de marcos como el Protocolo del Capital Natural, los Objetivos Basados en la Ciencia para la Naturaleza de la red Science Based Targets Network (SBTN) y el Task Force on Nature-related Financial Disclosure (TNFD).

«En una encuesta realizada a 139 empresas, un 91 % de ellas respondió que los requisitos vinculantes son necesarios», afirmó Torres y animó a los participantes a apoyar la declaración dirigida a los gobiernos por parte de la comunidad empresarial para que incorporen en sus normativas exigencias vinculantes en materia de evaluación y divulgación para 2030. «Esta declaración no representa un compromiso adicional para las empresas que ya tienen una visión de sostenibilidad y objetivos marcados en sus estrategias. Permite sumar la voz de las compañías y demostrar lo que ya se está haciendo bien para pedir a los gobiernos una mayor ambición», concluyó.

Para terminar, se llevó a cabo una encuesta en línea con los participantes para conocer su opinión sobre la utilidad del MGB post-2020, su grado de experiencia en la evaluación, medición y valoración de impactos y dependencias, su voluntad para empezar a trabajar o profundizar en estos ámbitos y su familiarización con el concepto “positivo para la naturaleza” (nature positive). En línea con esto último, recientemente BfN ha publicado un documento sobre cómo las empresas y el sector financiero pueden contribuir ahora a un futuro positivo para la naturaleza.

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