Este documento proporciona al Grupo de Trabajo sobre Finanzas Sostenibles (SFWG) del G20 (recomendaciones sobre marcos reguladores que pueden ampliar la financiación para las soluciones basadas en la naturaleza (SbN). El documento se basa en las enseñanzas y conclusiones del informe anual del PNUMA sobre el estado de las finanzas para la naturaleza, que hace un seguimiento de los flujos financieros compararlos con la financiación necesaria para maximizar el potencial de las SbN para ayudar a abordar el clima, la biodiversidad y la degradación medioambiental.
La Resolución 5/5 de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA) define las SbN como: «(...) acciones para proteger, conservar, restaurar, utilizar de forma sostenible y gestionar los recursos naturales o modificados ecosistemas terrestres, de agua dulce, costeros y marinos, que aborden los retos sociales, económicos y medioambientales de forma eficaz y adaptable, proporcionando al mismo tiempo bienestar humano, servicios ecosistémicos y resiliencia, y beneficios para la biodiversidad».
La resolución reconoce además que las SbN deberán «respetar las salvaguardas sociales y medioambientales salvaguardias sociales y medioambientales, en consonancia con las tres 'convenciones de Río' (...), incluidas las salvaguardias para las comunidades locales y los pueblos indígenas» (UNEA 2022: 2).
Las soluciones basadas en la naturaleza tienen el potencial de proporcionar múltiples beneficios para abordar retos sociales, económicos y medioambientales como la seguridad alimentaria, la seguridad del agua la pérdida de biodiversidad y naturaleza, y la adaptación al cambio climático y su mitigación. Los recientes acuerdos políticos mundiales han defendido las SbN, entre ellos el Plan de Biodiversidad —denominado oficialmente Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal (GBF, por sus siglas en inglés) —, así como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.
Los países del G20 desempeñan un papel importante en la promoción de la transición hacia una economía sostenible, ya que representan a las principales economías del mundo y, por tanto, tienen la capacidad de abordar colectivamente los principales retos económicos y medioambientales. El G20 debe asumir un papel de liderazgo en la promoción de agendas medioambientales globales como el FGM y el Acuerdo de París con el respaldo de las principales economías. Fomentando medidas políticas y un entorno propicio para apoyar la SbN en todo el mundo, los países del G20 pueden avanzar significativamente hacia los ambiciosos objetivos acordados en el marco del GBF.
La financiación privada es fundamental para ampliar la SbN, ya que proporciona el capital necesario para poner en marcha y ampliar proyectos que restauren o conserven los ecosistemas. La financiación privada también puede impulsar la innovación y movilizar recursos adicionales mediante el apalancamiento de fondos públicos.
La aplicación y el apoyo de puntos de referencia, normas y marcadores para la inversión pública y privada en SbN es crucial para garantizar la transparencia, la rendición de cuentas y la asignación eficaz de recursos.
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